jueves, 8 de octubre de 2009


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¿Porque nos refugiamos tras una careta, esa que dice al mundo de nosotros lo que no somos y lo contrario de lo que sentimos? Pura fachada, para que nadie sepa realmente lo débiles, sensibles y vulnerables que somos.
Es tan justo como cruel, pero realmente ¿a quien le importa lo que sentimos en cada momento?
¡A nadie! Porque realmente los que nos conocen y quieren, saben como nos sentimos en cada momento de nuestra vida. Ellos son los que forman parte de nuestras alegrías y tristezas.
A quién más puede importar, que seamos tan sensible como el pétalo de una rosa ó tan alegres como un día de sol. A un mundo sin sentimientos puros, no puedes ofrecerle un corazón tierno y sensible, porque te lo destrozaría. Como se destrozan dos amantes a causa de los celos.
Es todo tan injusto, como la vida misma, que nos da felicidad y cuando la estamos saboreando nadie sabe porque pero desaparece. ¿Por qué sucede esto?

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