viernes, 21 de mayo de 2010

Estamos dormidos, pero en estos momentos no importa, porque aún no es tiempo de despertar... Labios adormecidos y deseos estancados, nos encontramos para absorber la belleza del día y la noche. Repasamos nuestra historia para ver si encontramos un detalle que nos ayude a saber quienes somos y porqué somos.
Encontramos el sentido cuando menos lo esperamos, no queremos hacernos daño, ¿o si?
Nos conocimos caminando como todos los días, pero ese día no era un día cualquiera, fue algo especial que quien sabe si sabremos conservarlo y hacerlo mejorar.
Ya no me pregunto cuando, ya no vale la pena, el tiempo pasa rápido y ves la lejanía de tus recuerdos; sabes que tienes una razón, muchas veces la escondes, pero siempre hay un motivo.
Los latidos del corazón revelan el misterio, pero cuando ya no lo escuchas sabes que estás en problemas y es tiempo de caminar en otra dirección, pues el tiempo pasa rápido y las oportunidades realmente se esfuman, así que respira, piénsalo bien, saca esas vendas de tus ojos y no guardes más las ganas, el día de hoy se acaba rápidamente, las horas no demoran, y casi puedes escuchar el grito detrás de esa puerta... Te están llamando y lo sabes, no lo dejes esperar, pero tiempo al tiempo, ¿no?
Todos tenemos nuestro propio tiempo y es tan relativo como subjetivo, más existe el tiempo real, ese en el que cada minuto pasa la cuenta, ¿vas a despertar o seguirás durmiendo?
La vida está llena de decisiones...
Sentía el viento en el rostro, tu pelo en mi pelo, y las ganas consumiéndome.
Sentía el calor interno disfrazado del frío que viene con las noches.
Cerraba los ojos y disfrutaba del momento, me dejaba consumir y respiraba cerca, muy cerca...

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